Columna publicada en El Noticiero el día 24/08/2012
Hace meses, a principio de este año si no me falla la memoria, tuve la agradable sorpresa de
notar que desde Avenida Tecnológico a la glorieta conocida
como la Diosa del Agua, el tramo se había ampliado a tres carriles, lo
que representaba una mayor fluidez en el trafico vehicular y, por lo tanto, un
ahorro en el tiempo de recorrido.
Esa agradable sorpresa transmutó a su antónimo cuando, poco tiempo después, me doy cuenta que había
automóviles que seguían estacionándose en el tercer carril, lo
que por supuesto había sido prohibido con sendos
letreros, ocasionando que saliera contraproducente circular por dicho carril al
quedar varado hasta que pasaran todos los vehículos.
Obviamente los tránsitos brillaban por su
ausencia, así que decidieron retractarse en
la medida.
Caso similar se vivió en estos días, pero ahora correspondiendo el tramo ampliado a buena
parte de la Avenida Felipe Sevilla del Río, donde se decide ampliar a
es carriles para desahogar la saturada circulación.
¿Cuál fue el resultado? Volver a dejar la calle como estaba ya
que dos comerciantes (con todos sus empleados para que se vea aparatoso) se
quejaron porque ni había lugares para aparcar.
Es una verdadera lástima que las autoridades
sigan actuando en función de cuestiones mediáticas y no por el bien de la mayoría de la población, ya que estas medidas
beneficiarían a la mayoría de la población de la tercera ciudad con mas
automóviles per cápita del mundo, aunque en este juego de suma cero salieran unos
pocos perdedores, la minoría.
Por supuesto que la función
de la autoridad, del Estado en general, es velar por el bien de la mayoría, sin embargo, debido a la presión mediática las decisiones se toman
ignorando este principio general.
Se puede decir que es una tendencia cuando existen varios
casos que así lo muestran. A continuación enunciaré algunos que cualquier
ciudadano de a pie como usted o como yo seguramente notamos en el día a día.
•
Los
topes: No se de que país fue la idea original de
poner topes como una medida para apaciguar la velocidad de los vehículos, pero en honor a la verdad, perjudican mas de lo que
ayudan, ya que el daño causado a los automotores
provoca un desgaste mayor. Comprendo que es necesario coadyuvar a la circulación con velocidad moderada, pero iría mas por sanciones mas duras a los que manejen con exceso.
Ninguna ciudad de primer mundo tiene los llamados topes.
•
Cubetas
y piedras: Otra mala costumbre de los ciudadanos y que cuenta con la
permisividad de la autoridad es la colocación
de cubetas y piedras por las calles con el objetivo de apartar lugares para
estacionarse o, en el peor de los casos, solamente porque no quieren que nadie
ocupe ese lugar.
Mientras
como ciudadanos no tengamos el mínimo de civilidad, no podemos
aspirar a ser una sociedad de primer mundo...