ESCUELA MÉXICO
Esta historia se lleva a cabo en una
escuela llamada México, cualquier parecido con la realidad tenga la certeza que
no es coincidencia.
Por aquellos días, el ambiente se
encontraba impregnado de una gran expectativa debido a que se acercaban las
elecciones del nuevo Presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela México.
Los postulantes tenían que ser alumnos del sexto año, requisito indispensable
para ser elegido. A continuación, conozcamos a los niños candidatos.
En primera instancia estaba Pinita.
Esta era una niña estudiosa, le gustaban las matemáticas y era parte de la sociedad de alumnos actual,
lo cual era muy criticado por algunos niños por que
no les gustaba la gestión del Presidente del alumnado, Felipito.
Las objeciones principales radicaban
en que Felipito se decidió enfrentar a los niños traviesos y malosos,
acusándolos con los maestros y el director de la escuela. Lamentablemente no
todos los niños eran castigados o expulsados de la escuela, ya que muchos eran
amigos de miembros de la Sociedad de Alumnos, por lo que éstos les avisaban que
iban a ser delatados. Esta estrategia ocasionó que los más escurridizos niños malosos
golpearan a otros tantos niños inocentes para desquitar su coraje, ya que
anteriores presidentes de la sociedad de alumnos o habían hecho un trato con
los traviesos, y/o se hacían de la vista gorda para no meterse en problemas.
Otros puntos que le criticaban a
Pinita radicaban en que no había sido Jefa de Grupo, así como que tenía poca
experiencia. Por otro lado, nunca en la Escuela México habían tenido una niña Presidenta de la Sociedad de Alumnos, siempre
habían sido niños, por lo que tenía en contra a la misma historia. Ella decía
ser una niña diferente y aseguraba que no era amiga de los niños traviesos.
Sus primeras semanas de campaña estudiantil
comenzó lenta, lo que le quitó preferencias. A pesar de que en los últimos días
cerró muy bien, parecía que esto no sería suficiente, ya que en los recreos se
escuchaba que los otros candidatos tenían mas preferencia y que ni las mismas
niñas votarían por ella. Se comentaba mucho en los salones lo acontecido en el
último debate organizado por la dirección, donde Pinita se burló de los otros
niños comparándolas con niñas, lo que provocó varias burlas y creativos dibujos
en twitter, envidia del maestro de dibujo técnico.
Otro de los candidatos era Andresito.
Este era un niños muy rijoso y problemático, ya que a pesar de ser uno de los
más burros de la escuela y nunca destacarse por sus buenas calificaciones, era
seguido por muchos niños de primero y segundo de primaria pues tenía mucho
tiempo en la escuela derivado de que había tenido que repetir grado varias
veces, por lo que era todo un “fósil” con mucho colmillo.
Andresito empezó en la escuela
cursando en el salón Tabasco, mismo del que quiso ser Jefe de Grupo en una
ocasión, pero que al no lograrlo armó todo un borlote, quemando bancas y provocando
peleas entre los niños. Finalmente, intervino la dirección y le confirmó que
había perdido.
Después de esto, el “Pejito” como le
apodaban al niño Andrés, se cambió al salón DF, del que si pudo ser Jefe de
Grupo ya que sus amigos eran muy populares ahí. Engrandecido por ser Jefe del
salón con el mayor número de alumnos de la escuela se postuló como candidato a
presidir la Sociedad de Alumnos. En esa ocasión perdió precisamente contra
Felipito, quién supo quitarle popularidad en las últimas semanas previas a las
elecciones.
Esto no fue casualidad. Felipito
siempre fue un niño inteligente y aplicado, contrario a Andresito, además de
acatar siempre las reglas de la escuela. Por el lado contrario, el niño Andrés
no respetaba las reglas cuando éstas no le gustaban, llegando incluso a “mandar
al diablo” a la dirección y no asistiendo a uno de los debates organizados por
la escuela, por lo que los niños no eligieron.
Por supuesto Andresito no se quedó
conforme con los resultados, acusando a la dirección de fraude y llevando a
cabo varias cosas locas. Tomó el patio de la escuela, justo donde estaba la
bandera, y acampó ahí junto con sus fieles amigos que lo idolatraban. Se
autodenominó como el Presidente de la Sociedad de Alumnos “Legítimo”,
desconociendo todo el año escolar a Felipito, además de criticar todo lo que
hacía.
Durante el tiempo entre esa elección
y la actual, Andresito estuvo recibiendo coperacha para comprar sus tortas por
parte de sus amigos, además de recorrer todos los salones de la escuela buscando
el voto para el otro año. Sin embargo, no contaba con Marcelito.
El niño Marcelo había sido un gran
amigo de Andresito cuando éste último fue Jefe de Grupo del salón DF,
ayudándole inclusive a dirigirlo. Ahora Marcelito era Jefe de Grupo de ese salón
y también quería ser candidato a Presidente de la Sociedad de Alumnos. Los
amigos hicieron un pacto: quién tuviera las mayores preferencias de su grupo de
amigos sería el candidato, esto para no partir el círculo de amistad y tuvieran
más oportunidades de ganar. Finalmente, obtuvo as preferencias Andresito, por
lo que Marcelito, siendo todo un niño responsable e inteligente, aceptó su
derrota y lo apoyó.
Uno de los candidatos más fuertes era
el niño Quique. Él había sido Jefe de Grupo del Salón Estado de México y se
caracterizaba por ser uno de los niños más galanes de la escuela, además de ser
novio de Angeliquita, una niña a la que le decían “Gaviotita” por su
participación en una obra de teatro de la escuela que tuvo mucha fama.
Quique no era muy bueno en las clases
de inglés ni en la de literatura universal, por lo que los niños de la escuela
le hacían bromas muy pesadas subiendo a Youtube videos con sus constantes “osos”
en el aula durante estas materias. A pesar de ser víctima del bulling, Quique
era muy popular y se decía que él iba adelante en las preferencias de los
niños, además de que hizo una campaña muy tranquila, sin meterse en problemas,
aprovechando su ventaja y popularidad.
Finalmente, de último momento se
inscribió un cuarto candidato, Gabrielito. Éste era una niño muy aplicado,
inclusive le ayudaba a los maestros en sus clases, por lo que se ganó el apodo
de “El Profe”.
Gabbo, como le decían sus amigos,
nunca le había interesado la política estudiantil. Sin embargo, era ahijado de
la famosa Maestra Esther, quien se decía era muy “palancuda” y siempre se metía
en los asuntos de la escuela, por lo que inscribió a Gabrielito.
Precisamente el que su madrina fuera
esta odiada maestra de la escuela, fue el principal objeto de críticas para
Gabbo, quien a pesar de proponer cosas muy interesantes, no le creía prácticamente
ningún alumno.
Finalmente llegó el día de la
elección para el nuevo Presidente de la Sociedad de Alumnos. La Dirección invitó
a observadores de otras escuelas, tanto nacionales como internacionales, padres
de familia y otras organizaciones académicas. En pocas palabras, fue una de las
elecciones más vigilada de la historia de la escuela, por lo que era prácticamente
imposible hacer trampa. Esto viene a colación porqueel niño Andrés había dicho
a los cuatro vientos que la Dirección podría hacer trampa, ocasionando con esta
afirmación que los niños de primero y segundo se organizaran y se la pasaran
molestando en los recreos al niño Quique.
Todo transcurrió con normalidad ese
día, pero la historia comenzó al llegar la tarde. El Director de la escuela
tomó el micrófono y anunció que las tendencias favorecían a Quique, siendo esto
reconocido por Pinita y Gabbo, inclusive por el actual Presidente de la
Sociedad de Alumnos, Felipito, quien prefería a Pinita. Por supuesto, el único
que no reconoció esto fue el niño Andrés.
Andresito y sus amigos acusaron que
Quique, como tenía un papá de mucho dinero, les había regalado tortas a los
demás niños si votaban por su hijo. Además, acusó a los niños que integran el periódico
de la escuela que éstos le dieron mas publicidad a Quique que a él.
Por supuesto, como los niños de
primero y segundo eran los más chavos de la escuela le creían todo a Andresito, y comenzaron a
protestar, amenazando con tomar la escuela y revelarse contra la Dirección.
Llegaron a tal extremo, que un niño de primero se trepó en un poste de la
escuela para protestar, debiendo ser rescatado más tarde por Protección Civil
al no poder bajar.
A estos niños no les importa
desprestigiar su escuela por apoyar a un niño rijoso y problemático, ya que lo
ven como un ídolo, y al ser los más chavos son mas fáciles de manipular.
Al niño Andrés no le importa que la
mayoría de los niños no hayan votado por él, y considera que la elección radicó
en un problema de quien daba más tortas regaladas a cambio de votos, lo que él no
pudo dar en la magnitud deseada porque sus amigos fueron cachados cuando pedían
la coperacha para poder comprarlas.
Esta historia seguramente acabará con
Quique como Presidente de la Sociedad de Alumnos, un Andresito expulsado de la
escuela y su grupo de amigos pensando: “¿Por qué diablos no escogimos a
Marcelito? A ver que ocurre el próximo año escolar…