Es ineludible escribir sobre el tema
en boga, las elecciones electorales del pasado domingo 1º de Julio. Mi primer
comentario va en el sentido de la grata sorpresa de la participación ciudadana de
nuestro país, tanto en afluencia de votación como en la organización de la
misma, convirtiendo la jornada dominical
en una auténtica fiesta cívica, llegando casi a graduarnos como sociedad
democrática.
Se extiende también este agradable
estupor al Instituto Federal Electoral (IFE), organismo que sin llegar al cenit
que ostentó con José Woldenberg como Consejero Presidente, realizó un gran
papel en materia de organización y certeza.
Y debemos apuntarlo (a pesar de que
haya quien con el riesgo de parecer un farabute siga insistiendo en la
posibilidad de un fraude electoral), el sistema electoral mexicano tiene tantos
filtros y candados que lo convierten en uno de los más certeros del mundo.
Obviamente esto nos ha costado como
país, ya que quizás llevemos ahora 3 o 4 elecciones con éste nivel de
certidumbre (insisto, a pesar de uno que otro farabute), contrario a lo que
ocurría años atrás. Ahora lo que se necesita son candidatos y ciudadanos a la
altura de estas nuevas circunstancias.
En este contexto, a la altura los reconocimientos de los ex
candidatos Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri, quienes reconocieron su
derrota en sendos mensajes al final de la jornada electoral. Asimismo, el
Presidente de la República dio una prueba de gran civilidad y democracia cuando
en cadena nacional felicita al virtual ganador Enrique Peña Nieto dado el
comportamiento de las tendencias.
Por supuesto, la nota se esperaba por
parte del candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador. En primer
lugar, con plena alevosía, inicia su conferencia al mismo tiempo en que el Presidente
daba su mensaje a la nación, demostrando así su estatura política. Luego, ya en
su intervención, manifiesta que él cuenta con “otras cifras” como se ha vuelto
costumbre en sus referencias, y que esperará hasta el resultado final. De esta
manera, arroja por la borda la oportunidad histórica de cerrar con dignidad su
travesía electoral iniciada desde hace 6 años.
Lectura
Coincido con la opinión que
manifestaba el historiador Enrique Krauze al final de la jornada electoral,
quien mencionaba que ésta transición democrática posiblemente le tocaba a la
izquierda, pero el mejor candidato que pudieran tener no estaba en la boleta.
Este es Marcelo Ebrard. Si las izquierdas hubieran tenido la visión de elegir
un candidato sin los negativos de López Obrador versus el perfil social
demócrata de Ebrard, otro gallo les cantaría.
Aclaración
Uno
de los temas más comentados en las redes sociales, versó sobre las escasas 750
boletas en las casillas especiales, imputando de estos hecho al IFE. Recordemos
que Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), es
el ordenaiento legal que establece dicho limite de boletas, por lo que si debe
exigir a alguien, es a los legisladores por los que votamos para que se
modifiqué esta reglamentación. Lo lamentable es que algunos periodistas
desconocen esto.
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