viernes, 4 de julio de 2014

Un geek con una Moleskine ®

Primeras líneas en mi primera Moleskine ®

Yo, un verdadero fan de la tecnología, situación que además me resulta casualmente ventajosa dada mi terrible caligrafía (no así la ortografía) a la hora de escribir a mano alzada, he decidido adquirir una libreta marca Moleskine para plasmar en ella todo aquello que se me ocurra cuando me apetezca hacerlo.



¿Razones? Quizás porque no siempre cargo con mi tablet, tal vez porque me resulta bastante incomodo redactar en el celular, probablemente por lo impersonal que resulta plasmar mis ideas en un gadget, a la mejor puede más recordar la sensación de escribir en una hoja real, no lo se; pueden ser interminables las causales pero me decanté por mi Moleskine.

Justo termino las líneas anteriores y me asaltan de golpe razones que me convencen mejor (si es que me debo convencer). La Moleskine es una libreta de culto, de esos accesorios que llevaría consigo uno de mis personajes favoritos, Pat Bateman, además de que tiene toda una historia detrás, ya que éstas libretas rinden homenaje por su similitud a las que usaban Picasso o Van Gogh por ejemplo.

El término esnobista o esnob en realidad no me ofende, pero en este caso catalogaría como un "sibaritismo" el hecho de que esta entrada de blog primero fue escrita en la Moleskine.

No, no es una libreta barata en realidad. Puede ser un dispendio, un lujo, pero no importa, me ha inspirado. Desearía tener un bolígrafo a la altura de un accesoria de tal alcurnia, lo cual probablemente ocurrirá no mas allá de este fin de semana, eso si, acompañado también de un stylus nuevo para mi tablet (no olvidar mi filia hacía la tecnología) ya que también he descargado la app de Moleskine.

Me pregunto ¿cuántas entradas de mi blog pasarán por el papel de mi Moleskine antes de ser publicadas en el ciber espacio?


2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha maravillado la intensidad de sus palabras.

Microeconomía dijo...

Gracias Honey, viniendo de ti me siento más halagado aún..