domingo, 29 de abril de 2012

STEVE JOBS LA BIOGRAFIA vs EL CAMINO DE STEVE JOBS


Hablar de Steve Jobs es hablar de uno de los últimos genios de nuestra época contemporánea. Aunque haya algunos pocos que no les guste el calificativo de genialidad aplicado al ex CEO de Apple, basta con consultar el diccionario de la Real Academia Española para encontrar que genio significa “Capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables”, “Persona dotada de esta facultad” o “Índole o condición peculiar de algunas cosas”, y compararlo con  las industrias y hábitos de vida que revolucionó, para darse cuenta que en todas encaja Steve Jobs.
A raíz de su muerte, se han publicado innumerables artículos, ensayos y, por supuesto, libros sobre la vida de este personaje. Obviamente, como admirador de la innovación y la creatividad, lector asiduo de las buenas prácticas empresariales y económicas, así como la pizca de geek que soy; opté por leer algunos de estos, optando por comparar los dos libros con mayor peso, “Steve Jobs, La Biografía” y “El Camino de Steve Jobs”
El primero de estos fue escrito por Walter Isaacson, un autor ya con experiencia en biografías, habiendo escrito anteriormente la de Einstein. Se inició en el periodismo en The Sunday Times, continuando en el New Orleáns Times, para pasar a la revista TIME, en la que trabajó en diversos puestos, hasta llegar a editor. Posteriormente, fue presidente y consejero delegado de la CNN, cargos que ostentó más tarde en el Instituto Aspen.
Toda esta experiencia se denota en la redacción del libro, llevando de la mano al lector en cada uno de los pasajes de la vida de Jobs, logrando captar su visión como si estuviese uno presente cuando se concebía alguno de sus revolucionarios inventos. Lo valioso de este trabajo radica en que no se guarda ningún aspecto de Steve, desde su infancia, sus traumas, su carácter déspota y, por supuesto, sus genialidades.
Isaacson se convierte en la persona mas calificada para hablar de Steve Jobs, y no porque haya trabajado con él, haya sido su amigo o confidente, no; simplemente por el hecho de que Jobs le pidió que hablara de él, que escribiera la biografía facilitando nombres, lugares, fechas y, lo mas importante, sin poner censura o restricción alguna, inclusive negándose a leerla.
Por otro lado, “El Camino de Steve Jobs” fue escrito por Jay Elliot, ex vicepresidente de Apple Computer y colega cercano de Steve Jobs. El libro pretende convertirse en una guía de buenas prácticas empresariales basándose en la “filosofía steveniana” Si bien, no discuto que Elliot también puede ser una persona autorizada para hablar de Jobs, encuentro en buena parte de la lectura una especie de lucimiento personal, esto con frases como “Steve iba a cometer un error, pero afortunadamente me escuchó…” o “Yo era una de las pocas personas que Steve escuchaba…”
Aunque el libro no pretende ser una biografía, gran parte de su redacción esta comprendida por anécdotas de Jobs, aunque estas en el marco de algún subtítulo de práctica empresarial A contrario sensu, el libro de Isaacson puede convertirse en una valiosa guía para la Alta Dirección sin pretenderlo (¿o si?) 

lunes, 9 de abril de 2012

La Iglesia en datos duros


No me considero un gran católico en toda la extensión de la palabra, ya que como he manifestado en varias de mis publicaciones en las redes sociales, tengo varios cuestionamientos y críticas a la forma en que la institución denominada Iglesia Católica Apostólica y Romana ha llevado la religión en el mundo, así como sus constantes contradicciones, ambigüedades y dogmas de “cree sin cuestionar ni pensar”.

Sin embargo, mi intención no es iniciar un debate sobre este tema (ya lo trataré en otra ocasión), sino sobre un fenómeno que ha enfatizado su ocurrencia a raíz de la última visita del actual Papa Benedicto XVI.

En tiempos recientes, cada vez que me toca escuchar el sermón del sacerdote que oficia la homilía en turno (Si, si voy a misa; Si, si le pongo atención al sermón, cosa que muchos católicos exacerbados seguro no hacen), toca algún punto referente a como los “alejados de la iglesia” se están llevando a los católicos a sus sectas y religiones, de como se es cada vez menos participativa la gente en los eventos católicos, como los jóvenes ya no quieren ser sacerdotes, etc., etc.

¿Qué es lo que está ocurriendo? Bueno, que los sacerdotes tienen razón, la religión mayoritariamente católica del país ha sufrido un decremento en los últimos años.Según datos del INEGI, la población católica como porcentaje del total ha mostrado una tendencia claramente descendente. Si para 1950 el 98.2% de la población era católica, para 1970 lo fue el 97.7% y para 2010 fue el 89.3%. Claro esta que seguimos siendo un país preponderantemente católico, pero la tendencia es a la baja.

Muchas de estas almas han sido reclamados por el cristianismo evangélico, de los grupos importados como los bautistas, a los hechos en casa, sectas  tales  como la Luz del Mundo.

Pero, ¿Por qué se preocupa el Vaticano por está situación que lo orilla a tomar decisiones de marketing puro como traer las “reliquias del Papa Juan Pablo II” o una visita del Papa actual al estado más católico del país como lo es Guanajuato (94% de su población profesa esa fé)?

A diferencia de los que muchos testarudos y pseudoperiodistas creen, no es por una cuestión política, sino financiera. Según el reporte de la Conferencia Internacional de Turismo Religioso, este turismo es una industria que genera anualmente alrededor de 18,000 millones de dólares a nivel mundial provenientes de 330 millones de personas que visitan los llamados lugares santos, y ¿qué creen?, la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México es el templo que más visitas recibe en el mundo. Solo cada domingo recibe alrededor de 200,000 visitantes.

Otras cifras, según datos publicados en CNN, la basílica representa 24 millones de pesos al año en limosnas, esto es el el 1.26% de las dádivas del Vaticano, que suman 2,599.6 millones de pesos, lo que la convierten en la matriz de la iglesia más rentable del mundo. De ahí la preocupación de n perder más mercado…

domingo, 8 de abril de 2012

La falacia Chavista


Irrisorio como la pseudoizquierda mexicana celebra con bombo y platillo el incremento del salario mínimo en Venezuela y hacen parangón con AMLO. 

Una economía con una tasa de inflación cercana al 28% y un incremento del salario mínimo del 32.2%, me pregunto ¿Cuál es el incremento real? ¿Cuál es la novedad cuando lo mismo pasó en México en los 80´s, o en la Alemania de la postguerra o en Bolivia hace años?  

Un curso básico de economía enseña que este incremento per se creará más presiones en los precios, abonando a la ya maltrecha inflación Venezolana. Ahora bien, podrán aducir que el gobierno chavista subsidiará los precios y/o nacionalizará mas empresas para controlar esto, con lo que generará un mayor déficit público. No siempre se tendrá el petróleo, y ahí está el caso de Grecia y el resultado de sus políticas paleativas y paternalistas...

jueves, 5 de abril de 2012

Miguel de la Madrid. Perfil en datos duros.


Con la muerte del ex Presidente de origen colimense, Miguel de la Madrid, se dieron una serie de comentarios de como sería recordado su sexenio, pasando desde la opacidad, el sismo de 1985 y, por supuesto, la crisis económica que marcó su sexenio.

Un abogado con una maestría en Administración Pública de Harvard, De la Madrid se proyectó a través de la Secretaría de Hacienda y PEMEX a través de las filas del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), convirtiéndose en su candidato presidencial en 1982 y marcando la llegada de los llamados tecnócratas al poder.

Una vez concluido el sexenio de López Portillo, la situación económica era desesperada. Él heredó un país en crisis, siendo su antecesor irresponsable al haber dilapidado una bonanza petrolera, dejando a México en bancarrota y con inflación de tres dígitos. Déficit del 16% del PIB, gastó de más del 66% de lo presupuestado y un  desempleo abierto que en ese año alcanzó el 8% son algunas otras cifras nada llevaderas.

La medicina de Miguel de la Madrid fue a vender o cerrar muchos de las empresas estatales con números rojos, y abrir la economía al mundo exterior, ya que en 1986 México ingreso al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), el precursor de la actual Organización Mundial del Comercio, todo esto por presiones de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional, condicionando los apoyos para solventar la crisis que atravesaba el país, lo que después de décadas de proteccionismo estatal, fue una autentica revolución.

El problema más grave al que se enfrentó de la Madrid, en términos económicos, fue el de la deuda externa, cuyo monto ya era de 91 mil 552 millones de dólares, lo que significaba el 53 % del PIB. En los dos últimos años del gobierno de López Portillo el país incrementó su deuda con el exterior en 27 mil 319 millones de dólares, equivalentes a un 42% con respecto a los 64 mil 233 millones de 1980.

Lo verdaderamente complicado de la deuda era que el 46 % estaba contratado para ser pagado en tres años o menos, y el 27 % era cobradero en 1983, por lo que de hecho era impagable, ocasionando que el gobierno mexicano se viera forzado a suspender su servicio de deuda en 1982.

La solución inmediata fue renegociar la deuda para extender los plazos y, de ser posible, bajar intereses y lograr descuentos, por lo cual el país quedó a merced de sus acreedores que no estaban dispuestos a pactar mientras el gobierno mexicano no comenzara a implantar reformas económicas estructurales, lo que llevó a la ya mencionada en supralíneas, entrada de México al GATT, suceso que muchos coincidimos como el inicio de nuestro país en la era de la globalización.
Sus primeras medidas consistieron en un combate franco a la inflación, lo cual se notó en el cambio de discurso de gobierno. Se creó el Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE), mismo que buscaba combatir la inflación, la inestabilidad cambiaria y la escasez de divisas, proteger el empleo y la planta productiva.

A mitad de la presidencia de Miguel de la Madrid, el país fue golpeado por un terremoto que mató a casi 20,000 personas en los alrededores de la Ciudad de México. Ese día en 1985 fue el más dramático de una presidencia que algunos han catalogado como "gris". Esa misma opacidad hizo que la ciudadanía se diera cuenta que los cambios empiezan en la sociedad, por lo que en una muestra de organización, movilización, verdadero nacionalismo y hermandad, los mexicanos se organizaron como nunca antes lo habían hecho para conformar brigadas de rescate ante la ineptitud del gobierno. Diría Jorge G. Castañeda en su libro, “Mañana o Pasado, El Misterio de los Mexicanos”, parece que necesitamos grandes desgracias para unirnos.

En la parte política también tuvo un hándicap. El PRI, que gobernó a México prácticamente sin oposición desde hace medio siglo, se enfrentó a la competencia más audaz. El Partido Acción Nacional ganó un puñado de alcaldías importantes en el norte.

En 1988, fue artífice de la dudosa "victoria" de Carlos Salinas, su sucesor elegido ungido como presidente. Azorados funcionarios electorales culparon a los equipos de conteo, diciendo que había habido una "ruptura del sistema".

Este fue Miguel de la Madrid Hurtado.