En la entrada de mi Blog del día 13 de febrero titulado "Cambio de CEO en el Vaticano" hablaba de cómo la Iglesia Católica había detectado la necesidad de virar el timón (con Capitán incluido) con el objetivo de no seguir perdiendo más consumidores (feligreses).
Finalmente, esta modificación se realizó la semana pasada, y aunque sorpresiva en primera instancia, ya analizada con la tranquilidad de la perspectiva y una taza de café se le encuentra la cuadratura al circulo.
Nadie consideró (coonsideramos) lo obvio: analizar la votación de la cónclave de 2005, donde el cardenal Bergoglio, era "papable" y de quien se dice que logró obtener 40 votos de los 77 que eran necesarios para ser elegido, es decir, el segundo lugar detrás del que fue elegido y convertido en Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger. Éste dato era fundamental para entender que, efectivamente, Bergoglio era uno de los favoritos. Inclusive se ha dicho que Bergoglio competía en número de votos con Ratzinger durante la elección hasta que hizo una súplica emotiva pidiendo a los cardenales que no votaran por él.
Con esta elección se da un golpe estratégico al 2 por 1. Se tiene un Papa del continente americano en lo general y un Papa latino en lo particular. ¿Por qué es importante esto? Bueno, pues resulta que iglesias ubicadas en el continente como la Basílica de Guadalupe y la Iglesia de San Patricio destacan por sus aportaciones económicas al Vaticano, lo que denota un gran reducto del catolicismo en el continente. Asimismo, Bergoglio al ser hijo de italianos, hace que la Curia de ese país también se encuentre representado.
Es de llamar la atención que sea un Papa Jesuita, ya que generalmente esta corriente de la Iglesia no había aceptado tener un representante en ese cargo, ésto por su conocida heterodoxia respecto al ostentoso Vaticano.
Los jesuitas son, desde su fundación en 1540 por San Ignacio de Loyola, el "ejército del papa". Fue la primera congregación religiosa en asumir el llamado "cuarto voto", la obediencia al Santo Padre, además de los de castidad, pobreza y obediencia. En la actualidad, con 17,637 miembros en enero de 2012, es la mayor orden religiosa masculina católica. Y una auténtica potencia en materia educativa, teológica y de acción solidaria en los cinco continentes. Sin embargo, con poca relevancia en el Colegio cardenalicio: apenas seis purpurados son jesuitas, y sólo dos podían entrar en el Cónclave. Tras la renuncia por enfermedad de uno de ellos, sólo llegó Bergoglio. Y fue elegido Papa. Pleno
Por otro lado, y poniéndonos un poco fatalistas, se cumple la profecía de Malaquias de que el siguiente sería un "Papa Negro". No,Francisco (elegido por San Francisco de Asís) no es una persona de color, pero ser Papa Negro tiene otro significado. El General de la compañía de los Jesuitas es conocido con dicho mote, así que por primera vez, dos jesuitas, el papa y el "Papa Negro" comparten el gobierno de la Iglesia.
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